Empanadas, bolones de verde y cebiches de palmito son el sustento de Carolina Vega, de 22 años. La estudiante de Comunicación Social prepara y vende alimentos en las oficinas de la Universidad Central y otras instituciones. “Me fue difícil conseguir un empleo”.
Cursa el último semestre de su carrera y ya deja 15 hojas de vida en entidades públicas y privadas. “Estoy buscando un trabajo para adquirir experiencia desde hace seis meses, pero es difícil”. La universitaria explica que necesita el dinero porque tiene un niño. En la misma actividad participa el padre de su hijo, Roberto. En la tarde asisten al seminario de tesis o dedican su tiempo a cuidar de su hijo. La ganancia, USD 300, que obtienen les ayuda a “sobrevivir”. Katerine Suntaxi, de 25 años, tez trigueña, egresó de la carrera de Educación Infantil hace seis meses. Pero desde que estaba en cuarto nivel ha entregado su currículum sin resultados. “De maestra suplente ganaba por horas, muy poco: 70 dólares mensuales”. Frente a esta situación decidió estudiar Derecho y ya está en quinto nivel. “Como maestra no ofrecen un buen sueldo, Derecho es más rentable”.
La estudiante trabajó 29 días en la Junta Parroquial de Amaguaña y en un consultorio jurídico otro mes. Actualmente está desempleada. Carlos Carlosama, abogado laboral, explica que el mercado laboral judicial está saturado. “Los jóvenes no consiguen empleo porque cada vez se requiere más preparación; maestrías y posgrados”. Dice en que esto es contradictorio, ya que pasados los 30 años un abogado es considerado “viejo” para ocupar un cargo. Así haya sido elegido por concurso de méritos. Carlosama lanza una cifra, solo en la Universidad Particular de Loja este año se graduaron 500 abogados en modalidad a distancia. Alerta que las cifras de presencial serían mayores. Katerine dejó una decena de hojas de vida pero no recibió ninguna llamada. “Quiero trabajar en lo que sea”.
Necesita ayudar a su familia. Su meta en el futuro es crear un centro infantil. “Escuché que eso sí es buen negocio”, dice mientras sostiene unos libros de la cátedra de práctica civil. Esta situación se evidencia en la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo, del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). La tasa de desempleo urbano nacional se ubicó en 8,3%, en junio del 2009, pero si se analiza por grupos de edad, entre los 20 y 29 años alcanzó el 13,9%. Y de 30 a 39 años fue de 7,4%. Dos años después, en junio pasado, la tasa del país fue del 6,4% y para el primer segmento fue de 11,8% y el segundo 5,4% (ver cuadro).
Para leer la noticia completa haga clic en http://www.elcomercio.com/sociedad/universitario-garantia-suficiente-conseguir-empleo_0_584341618.html