Ciudadanos no clasifican su basura
El 58 por
ciento de la ciudadanía sí separa adecuadamente la basura según los colores de
funda. El resto sigue desechando los desperdicios de forma desordenada sin
separar los cartones, plásticos y papeles.
Esto, además de no ajustarse al sistema de
recolección, origina daños colaterales. Uno de ellos es el riesgo a la salud de
las personas que se dedican al reciclaje de los desechos. Martha Ordóñez
llega todos los días a las 09:00 al relleno sanitario ubicado en
Pichacay, para buscar entre las fundas celestes, papeles, cartones o
botellas de plástico y algún otro material.
Cuando ha recolectado una cantidad que cree suficiente sale de ese sitio a venderla en la fábrica de cartones Cartopel. Suena simple, pero el proceso de recolección puede resultar penoso, pues la gente suelo desechar en las fundas celestes (para reciclaje) vidrios rotos, jeringuillas usadas, madera o residuos de hospitales o pañales.
Esos artículos, además de que no deberían estar allí representan un riesgo para su salud y de otras 200 personas que se dedican a esta actividad. “En esas bolsas solo debería haber papel, cartón, plástico y botellas de vidrio”.
Ella afirma que de todo lo que llega en fundas celestes hasta el relleno de Pichacay, apenas la mitas se puede utilizar y vender, “la gente no sabe el trabajo que significa para nosotros y los riesgos a los que estamos expuestos”, dijo.
Cuando ha recolectado una cantidad que cree suficiente sale de ese sitio a venderla en la fábrica de cartones Cartopel. Suena simple, pero el proceso de recolección puede resultar penoso, pues la gente suelo desechar en las fundas celestes (para reciclaje) vidrios rotos, jeringuillas usadas, madera o residuos de hospitales o pañales.
Esos artículos, además de que no deberían estar allí representan un riesgo para su salud y de otras 200 personas que se dedican a esta actividad. “En esas bolsas solo debería haber papel, cartón, plástico y botellas de vidrio”.
Ella afirma que de todo lo que llega en fundas celestes hasta el relleno de Pichacay, apenas la mitas se puede utilizar y vender, “la gente no sabe el trabajo que significa para nosotros y los riesgos a los que estamos expuestos”, dijo.
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