La Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) cambiará las reglas del sistema educativo. La última normativa estuvo vigente desde mayo de 1983, en la presidencia de Osvaldo Hurtado.
Entre las principales innovaciones están otros niveles de gestión, para descentralizar los trámites y la ejecución de las políticas públicas. Ya no existirán las direcciones provinciales ni unidades territoriales. La planificación y aplicación de proyectos se realizará a través de zonas, distritos y circuitos educativos.
Según la ministra de Educación, Gloria Vidal, se busca que los servicios educativos estén más cerca de las personas, para que estas no tengan que viajar hasta la administración central.
La construcción y planificación de infraestructura educativa será responsabilidad de los municipios. Esa función la cumplía la Dirección Nacional de Servicios Educativos (Dinse).
Según María José Carrión, asesora política del Ministerio, se transferirán los recursos a las alcaldías para la construcción y equipamiento de planteles. A los municipios pequeños, que consideran que no podrán asumir el proceso por falta de experiencia, se les dará asesoría.
En el plazo de cinco años, los jardines se convertirán en centros de educación inicial para recibir a niños desde 3 a 5 años. Las escuelas formarán de primero a décimo de básica, actualmente solo lo hacen hasta séptimo. Los colegios deberán cerrar el octavo, noveno y décimo y solo ofrecer el nuevo bachillerato general y unificado, que empezará en septiembre.
Carrión explica que se prevé duplicar la oferta del bachillerato para evitar la deserción en este nivel. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) el 54,83% de la población de jóvenes entre 15 y 17 años está en el bachillerato.
Entre las principales innovaciones están otros niveles de gestión, para descentralizar los trámites y la ejecución de las políticas públicas. Ya no existirán las direcciones provinciales ni unidades territoriales. La planificación y aplicación de proyectos se realizará a través de zonas, distritos y circuitos educativos.
Según la ministra de Educación, Gloria Vidal, se busca que los servicios educativos estén más cerca de las personas, para que estas no tengan que viajar hasta la administración central.
La construcción y planificación de infraestructura educativa será responsabilidad de los municipios. Esa función la cumplía la Dirección Nacional de Servicios Educativos (Dinse).
Según María José Carrión, asesora política del Ministerio, se transferirán los recursos a las alcaldías para la construcción y equipamiento de planteles. A los municipios pequeños, que consideran que no podrán asumir el proceso por falta de experiencia, se les dará asesoría.
En el plazo de cinco años, los jardines se convertirán en centros de educación inicial para recibir a niños desde 3 a 5 años. Las escuelas formarán de primero a décimo de básica, actualmente solo lo hacen hasta séptimo. Los colegios deberán cerrar el octavo, noveno y décimo y solo ofrecer el nuevo bachillerato general y unificado, que empezará en septiembre.
Carrión explica que se prevé duplicar la oferta del bachillerato para evitar la deserción en este nivel. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) el 54,83% de la población de jóvenes entre 15 y 17 años está en el bachillerato.
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