El 23 de agosto de 2018 Richard Martínez contrató un crédito por USD 500 millones a través de una operación REPO1 con el Banco Goldman Sachs. Este crédito fue garantizado con Bonos Soberanos por USD 1200 millones que el Ministerio de Economía y Finanzas procedió a registrar en las estadísticas de deuda externa como pasivo contingente. MARCO FLORES TRONCOSO
Todo comenzó en junio de 2019 cuando el
Ministro de Economía y Finanzas de Ecuador, Richard Martínez, recompró USD 1175
millones de los 1500 millones de Bonos Soberanos 2020 en poder de tenedores
privados. La recompra se hizo mediante la colocación de nuevos Bonos 2029 con
un aparente ahorro en la operación de 50 millones, pero que no fue tal porque
el pago de intereses se extendió hasta el año 2029. Quedó entonces un saldo de
325 millones de Bonos 2020 que vencían en marzo de 2020. Una extraordinaria
operación financiera para aquellos tenedores de Bonos que los compraron con
gran descuento y los vendieron a Ecuador al 100% de su valor nominal.
El 23 de agosto de 2018 Richard Martínez
contrató un crédito por USD 500 millones a través de una operación REPO1 con el
Banco Goldman Sachs. Este crédito fue garantizado con Bonos Soberanos por USD
1200 millones que el Ministerio de Economía y Finanzas procedió a registrar en
las estadísticas de deuda externa como pasivo contingente. La tasa de interés
anual acordada fue 4.25% + Libor a 3 meses. El plazo fue de 4 años con pagos
trimestrales de capital e intereses, comenzando con una cuota de 41.7 millones
el año 2018; 125 millones el 2019; 125 millones el 2020; 125 millones el 2021;
y, 83.3 millones de dólares el 2022.
El 30 de octubre de 2018 Richard
Martínez contrató otro crédito por USD 500 millones a través de una operación
REPO realizada con el Banco Credit Suisse. El plazo para pagar el capital fue 4
años con 5 meses y la tasa de interés anual 3.15% + Libor a 3 meses. El pago de
intereses fue establecido trimestralmente y el capital al vencimiento del plazo
en el año 2023. Este crédito también fue garantizado con Bonos Soberanos por
USD 1250 millones, registrados por el Ministerio de Economía Y Finanzas como
pasivo contingente.
El cuadro de Pasivos Contingentes del
Gobierno Central incluido en el Boletín de Deuda Pública que produce y publica
mensualmente el Ministerio de Economía y Finanzas, registró hasta marzo de 2020
un saldo invariable de USD 3016.5 millones en el valor nominal de los Bonos
Soberanos que sirvieron de garantía para las dos operaciones REPO.
Pero al cierre del mes de abril de 2020
se produjo una reducción de USD 2410.5 millones en el saldo de los pasivos
contingentes que corresponde al valor nominal de los Bonos Soberanos de Ecuador
que fueron liberados de la garantía, consecuencia inmedita de prepagar el total
del saldo de capital de USD 833.3 millones más los intereses respectivos por
las dos operaciones REPO que aún se encontraban distantes de su vencimiento.
En marzo de 2020, cuando la pandemia arreciaba y faltaban recursos para defender la salud y la vida de los ciudadanos el Gobierno de Moreno y Sonnenholzner también resolvió pagar 343 millones de dólares por el saldo de capital más intereses de los Bonos 2020. El Gobierno pagó la totalidad del capital de estos Bonos al 100% de su valor nominal. Sin embargo, si como correspondía, los incluía en la reestructuración de deuda junto a las otras 10 emisiones de Bonos Soberanos que realizó el propio Gobierno, Ecuador se habría beneficiado con un descuento de al menos 60% sobre su valor nominal, esto es, más de USD 200 millones de ahorro para los ecuatorianos.
1 Operación REPO con un banco, operación de reporto o repurchase agreement es un contrato de crédito por el cual el banco otorga un crédito respaldado en una garantía que el deudor (Ecuador) se obliga a liberar (recomprar) en un plazo determinado de acuerdo a las condiciones del contrato suscrito.
La gran mentira para pretender
justificar el pago del saldo de los Bonos 2020 al 100% de su valor nominal fue
presentarlo públicamente como requisito indispensable para que Ecuador obtenga
en condiciones financieras muy favorables más de 2000 millones de dólares en
créditos frescos provenientes de organismos multilaterales y muy especialmente
de China. Como era previsible los créditos chinos nunca llegaron al país y los
organismos multilaterales jamás exigieron semejante disparate.
Los pagos de capital e intereses por los
Bonos 2020 y las dos operaciones REPO sumaron más de USD1232 millones y se
realizaron entre el 20 de marzo y el 30 de abril de 2020. Ocurrieron no solo a
pesar de la grave iliquidez fiscal existente sino de la peor pandemia en curso,
con la gente muriendo por falta de atención y medicinas, más una lista de
acreedores nacionales mpagos entre los que se encontraba el IESS con USD 887
millones.
Fue entonces público y evidente que el
Vicepresidente de la República Otto Sonnenholzner y el Ministro de Finanzas
Richard Martínez, fueron los principales funcionarios del Gobierno que
impulsaron y defendieron los pagos anticipados de deuda pública externa
realizados en medio de la crisis sanitaria y económica. Con seguridad en todo
lugar y momento la inmensa mayoría de gobiernos entienden que la defensa de la
salud y de la vida de las personas está sobre el pago de cualquier deuda.
Las deudas públicas y privadas
constituyen obligaciones que deben honrarse. ¿Pero por sobre la vida de las
personas? ¿Sólo las deudas internacionales o también las nacionales? No se trata
de no pagar sino de establecer prioridades y tiempos de pago en situaciones
imprevistas graves como las que sufría Ecuador. La economía tiene principios y
leyes, pero sus fundamentos son éticos y morales, siempre en procura del Bien
Común. Estos pagos de deuda pública externa no solo ignoraron esos fundamentos,
también las circunstancias de vida o muerte de miles de personas.
Los funcionarios públicos deben entender que su primera obligación es servir al Bien Común y que si el Gobierno utiliza recursos indispensables para defender la salud y vida de las personas, además destinándolo al pago anticipado de deuda pública externa en medio de la peor crisis económica y sanitaria, no se protege ni su salud ni su vida, y tampoco se supera la crisis económica. Proteger a los más pobres y vulnerables no puede simplemente convertirse en mentira repetida. Es ante todo un mandato constitucional y un principio moral cuyo cumplimiento comienza cuando no existen intereses en conflicto con el Bien Común.
Su información no es correcta Otto.
Una excelente operación financiera para aquellos tenedores de esos Bonos que los compraron con gran descuento y los vendieron al propio Ecuador al 100% de su valor nominal. MACO FLORES TRONCOSO
El ex Vicepresidente de la República Otto
Sonnenholzner aseguró a la periodista Norris Arroyave en el programa «Un café con JJ» que
Ecuador pagó 300 millones de dólares para renegociar 17000 millones en Bonos
Soberanos. Esa aseveración es parte de toda una información incorrecta.
Todo comenzó en junio de 2019 cuando el
Ministro de Economía y Finanzas de Ecuador, Richard Martínez, recompró USD 1175
millones de los 1500 millones de Bonos Soberanos 2020 en poder de tenedores
privados. Quedó entonces un saldo de 325 millones que vencían en marzo de 2020.
Una excelente operación financiera para aquellos tenedores de esos Bonos que
los compraron con gran descuento y los vendieron al propio Ecuador al 100% de
su valor nominal.
Para empezar, pagar esos USD 325
millones de Bonos 2020 no tuvo ni podía tener nada que ver con la posibilidad
de reestructurar las otras 10 emisiones de Bonos Soberanos que sumaban 17375
millones. Es obvio que no podía estar en el interés de ninguno de los
acreedores de las 10 emisiones a reestructurar el que solo se pague capital más
intereses a solo uno de ellos.
Pero Otto también insistió que la periodista responda qué haría en un supuesto escenario en el que ella debe 17000 dólares en la tarjeta de crédito y le llama el Banco acreedor a proponerle que, si paga 300 dólares, no tendrá que pagar nada en 5 años, se le reduce el capital 10%, la tasa de interés baja a la mitad y adicionalmente recibiría 10000 dólares para que emprenda. ¡Too good to be true!
¿Alguien podría haber condicionado a
Ecuador a un escenario similar? Nadie. Pero si alguien le informó al
exvicepresidente de semejante disparate el país debe conocerlo. Primero porque
los organismos multilaterales de crédito como el BID, la CAF, el FMI o el Banco
Mundial, no podrían proponer semejante comprometedora barbaridad, además tan
específica, claramente sus normativas internas lo prohíben. Luego porque en el
caso de los acreedores privados de los Bonos Soberanos las cláusulas cruzadas
de los contratos impiden favorecer a uno de ellos sin incluir a todos los
demás.
Las declaraciones públicas oficiales —que fueron muchas— muestran que el
propio Ministro de Economía y Finanzas, Richard Martínez, aseguraba era
necesario pagar los Bonos 2020 para que Ecuador tenga acceso a financiamiento
internacional por 2000 millones de dólares, sobre todo, en créditos chinos que,
por cierto, nunca llegaron. (Ver EXPRESO, marzo 24 de 2020).
Ecuador pagó los intereses más USD 325
millones del saldo del capital de los Bonos 2020, pero lo hizo al 100% de su
valor nominal, cuando las otras 10 emisiones de Bonos Soberanos que Ecuador
reestructuró, registraron un precio inferior al 40% de su valor nominal.
Excluir de la reestructuración el saldo de los Bonos 2020 tuvo un costo directo
para el país superior a 200 millones de dólares.
Además, Ecuador no sólo pagó USD 300 millones de dólares como dice Otto. Los pagos de capital e intereses por los Bonos 2020 más las dos operaciones REPO que el gobierno pagó con 2 años de anticipación sumaron 1232 millones. Lo grave es que ocurrieron no solo a pesar de la grave iliquidez fiscal existente sino también de la peor pandemia, con la gente muriendo por falta de medicinas y atención del sistema nacional de salud público, más una lista de acreedores impagos entre los que se encontraba el IESS con 887 millones. ¡Impresentable!
Por último, el exvicepresidente dijo que se redujeron los intereses en los nuevos Bonos Soberanos respecto de los que fueron canjeados y sumaban USD 17000 millones, pero lo que le faltó fue añadir que se aumentó en 10 años el tiempo de pago de esos intereses.
Fuentes web hojaderutaecu
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