Con fraternos saludos, nos dirigimos a usted, como
representantes de organizaciones campesinas del mundo entero, conociendo las
dificultades que nuestros compañeros y compañeras enfrentan cada día y habiendo
experimentando en carne propia las agresiones del agronegocio y los
trangénicos, estamos hondamente preocupados por sus recientes declaraciones
públicas en torno a la necesidad de abrir en el Ecuador el cultivo y semillas
transgénicas. La Via Campesina Internacional ha permanentemente mencionado en
nuestros espacios, la conquista del pueblo Ecuatoriano y su gobierno de incluir
como manifiesta su nueva Constitución de la República del Ecuador establecer
que “La soberanía alimentaria constituye un objetivo estratégico y una
obligación del Estado para garantizar que las personas, comunidades, pueblos y
nacionalidades, alcancen la autosuficiencia de alimentos sanos y culturalmente
apropiados de forma permanente.” Además, el Artículo 401, donde se indica que
“Se declara al Ecuador libre de cultivos y semillas transgénicas. ” Por todas
las razones recién expuestas y por antecedentes que se van sumando de forma
permanente, los cultivos transgénicos son incompatibles con este mandato
constitucional y finalmente del derecho que se otorga a la naturaleza.
Via Campesina Internacional ha venido denunciando
los efectos negativos del uso de trangénicos y el atentado a la soberanía
alimentaria que esto implica, nos preocupa entonces que califique de error y
llame a eliminar un acuerdo refrendado por el pueblo ecuatoriano de manera
democrática y por casi dos tercios de la población. Las organizaciones
campesinas no evadimos el debate, mas bien manifestamos nuestra voluntad de
dialogo con usted Presidente, pero creemos importante para asegurar la
convivencia digna, pacífica y democrática respetar los acuerdos tomados por la
voluntad del pueblo Ecuatoriano.
Apelamos a los compromisos por Ud. asumidos al
momento de inaugurar el V Congreso de la CLOC, en la ciudad de Quito, Ecuador,
el 12 de octubre de 2010, cuando aseveró que en Ecuador no se necesita una
reforma agraria sino una revolución agraria, con una radicalización en función
de los más pobres.
Por esto quisiéramos hacer presente lo siguiente:
§ Nuestras
organizaciones han debatido en base a la experiencia en diversos lugares del
mundo y hemos concluido de manera fehaciente que los cultivos transgénicos sólo
provocan destrucción y despojo, llevan a la concentración de la tierra y la
riqueza, envenenan nuestras familias, nuestros animales, nuestros cultivos y la
vida en torno nuestro, destruyen las fuentes de trabajo y nos expulsan de la
tierra;
§ Los cultivos
transgénicos no alimentan a los pueblos. Gran parte de ellos está destinado a
la producción de combustibles, piensos animales para la producción industrial,
y otras materias primas industriales. Y son estos cultivos uno de los factores
que la FAO identificó como importantes en la anterior crisis alimentaria y en
la actual elevación del precio de los alimentos;
§ Nos sorprende que Ud.
asevere que los cultivos transgénicos pueden cuadruplicar la produccción. Los
antecedentes por nosotros conocidos, incluidos estudios científicos
universitarios, indican que las variedades transgénicas son de hecho menos
productivas que las mismas variedades sin la transgenie, y que ello se explica
por mecanismos fisiológicos bien conocidos. Sería de gran utilidad, para
informar mejor el debate, si Ud. pudiera informarnos de las fuentes que
aseveran que los cultivos transgénicos podrían cuadruplicar la producción;
§ Más del 80% de los
cultivos transgénicos son resistentes a herbicidas. No hay un solo caso de un
cultivo transgénico desarrollado resistente al frío, a la
sequía o a otras condiciones muchas veces enfrentadas por las agriculturas
campesinas. La realidad de los cultivos transgénicos es que han provocado el
incremento del uso masivo e intensivo de herbicidas y de otros pesticidas. Por
ejemplo, Argentina consume hoy más de 200 millones de litros de glifosato, la
mayor parte de las veces mediante aplicaciones aéreas que afectan
indiscriminadamente a cultivos, animales, personas y plantas silvestres.
Brasil, por su parte, se ha convertido en el país con el mayor uso de
Agrotóxicos por persona a nivel mundial. El resultado, como bien se ha
documentado en Argentina, Chile, Brasil y Paraguay, ha sido el aumento
alarmante de los casos de cáncer, de enfermedades graves a la piel,
malformaciones al nacer, aumento de la tasa de abortos, y casos de intoxicación
aguda que han llevado a la muerte, especialmente de niños pequeños.
§ Si alguna duda podía
quedar acerca de los efectos de los cultivos transgénicos, un estudio
científico de investigadores franceses y recién publicado en Estados Unidos
demuestra sin lugar a dudas que la exposición al glifosato -obligatoriamente
asociado a la mayoría de los cultivos transgénicos- y el consumo de
transgénicos, provoca cancer, alteraciones hormonales y glandulares, lesiones
graves al hígado y los riñones y finalmente tasas de mortalidad 2 a 3 veces
mayores que las normales, especialmente en mujeres.
§ A pesar de la
agresividad de las empresas que producen semillas transgénicas y los
agroquímicos asociados al cultivo -quienes incluso han hecho uso del
contrabando masivo para introducir sus productos- los cultivos transgénicos son
muy pocos (fundamentalmente soja, maíz, canola, algodón), poseen sólo dos
modificaciones (resistencia a glifosato y producción de la toxina B.t.) y se
cultivan masivamente en unos pocos países (Canadá, Estados Unidos, Argentina,
Brasil e India). Más aún, producto del estudio recién mencionado, Rusia acaba
de prohibir la importación de maíz transgénico y hay diversas iniciativas
legales en Europa para prohibir de plano tales cultivos.
§ Los cultivos
transgénicos no son respuesta alguna a los problemas de pobreza que enfrentan
millones de familias y comunidades campesinas en Ecuador y el resto del mundo.
Todo lo contrario: aumentan la dependencia, nos expulsan de la tierra, nos
dejan sin trabajo, deprecian el valor de la producción y destruyen las
economías locales. Un estudio de la Universidad de Sao Paulo sobre la expansión
del agronegocio en el Estado de Sao Paulo, indica que esta expansión llevó a
una prosperidad concentrada en manos de unos pocos, generando un número cada
vez mayor de excluidos y el aumento de la violencia y la marginalización
económica.
§ Si Ecuador desea
solucionar el problema de la alimentación, la solución está en proteger,
fortalecer y expandir la agricultura campesina y hacer efectivo el mandato
constitucional de la Soberanía Alimentaria. Un estudio de la FAO publicado hace
sólo unos días indica que el 60% de los alimentos en América Latina es
producido por familias campesinas. Por otro lado, cifras oficiales y de la
investigación de las más diversas regiones del mundo confirman una y otra vez
que la agricultura campesina es más eficiente y productiva que la industrial.
Con estas consideraciones, tenemos la seguridad de
que su gobierno soberano sera mas sencible al pedido de millones de campesinos
y campesinas del mundo y no sedera a las intenciones de transnacionales como
Monsanto de convertir la alimentación en una mercancia más, esperamos que este
pedido y recomendación sean positivamente atendidos por su gobierno que tiene
el mandato del pueblo Ecuatoriano de gobernar en defensa de los intereses
soberanos del pueblo.
En nombre de la Comision Coordinadora Internacional
de la Vía Campesina Internacional,
Saluda fraternalmente
Henry Saragih
Coordinador
Internacional de La Via Campesina