En América Latina y el Caribe se han registrado importantes avances en materia de expansión de la cobertura y del acceso educativo durante las últimas décadas. Pese a dicho logro, la región, no ha logrado transformar al sistema educativo en un mecanismo potente de igualación de oportunidades, en parte porque un factor estructurante de los resultados educativos tiene relación con el nivel socioeconómico y cultural de los hogares de origen. Los propios avances de las últimas décadas en materia de cobertura, acceso y progresión de los distintos ciclos educativos han llevado a la estratificación de aprendizajes y logros en los sistemas educativos. La mayor parte de las veces esta desigualdad se ve reflejada, además, en una marcada segmentación y estratificación de la calidad y eficiencia del propio sistema de oferta educativa.
La reproducción intergeneracional de las desigualdades ya no ocurre tanto porque unos acceden y otros no a la educación formal, sino porque acceden todos (o casi todos) pero de manera diferenciada según cuánto aprenden en el sistema y cuánto logran avanzar en él. La falta de equidad de los sistemas educativos de la región se refleja, por ejemplo, en las brechas que se generan en términos de aprendizajes. La información más reciente sobre resultados académicos de países de la región es la que ofrece el Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA) de 2009, llevada a cabo por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Esta medición evalúa la adquisición de competencias básicas en las áreas de comprensión lectora, ciencias y matemáticas para una muestra de estudiantes de 15 años. En 2009, participaron nueve países de la región en el examen: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Panamá, Perú, Trinidad y Tobago y Uruguay.
Las mediciones señalan que hay un alto porcentaje de la población estudiantil con rendimientos muy deficitarios en competencias básicas de la enseñanza. Además, la diferencia entre los resultados de los países latinoamericanos y el promedio de países desarrollados pertenecientes a la OCDE es muy significativa. En el gráfico se muestra la forma en que se distribuyen los resultados académicos de los estudiantes en lectura de acuerdo a su estatus socioeconómico y cultural.
La mayor parte de los estudiantes del primer y segundo cuartil socioeconómico y cultural de los países de la región alcanzan niveles de logro por debajo del nivel 2, es decir, no han desarrollado las competencias básicas para desempeñarse en el área. Los estudiantes que dominan el Nivel 2 son capaces de responder a ítems básicos de lectura, tales como ubicar información directa, realizar inferencias sencillas de distintos tipos, determinar lo que significa una parte bien definida de un texto y emplear cierto nivel de conocimientos externos para comprenderla.
América Latina y el Caribe (nueve países) y promedio OCDE: Distribución de los niveles de desempeño en lectura entre estudiantes de 15 años, según el índice de nivel socioeconómico y cultural
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de procesamientos especiales de los microdatos de la prueba PISA 2009.
A pesar de que entre los países de la OCDE también existen desigualdades en materia de logros de aprendizajes entre los estudiantes de los distintos cuartiles, en todos estos, a diferencia de lo que ocurre en los países latinoamericanos, la gran mayoría de los estudiantes logra el nivel de competencia básico esperado (nivel 2 hacia arriba). El caso más dramático en términos de resultados generales y de niveles de desigualdad, entre los países latinoamericanos que participaron en esta medición, es el de Perú, donde 90% de los estudiantes del primer cuartil no logra la competencia lectora básica para desenvolverse como ciudadanos en el mundo actual.
Sin embargo, no todos son malas noticias. A excepción de Argentina, los países de América Latina que participaron en la medición de lectura de PISA 2000 y PISA 2009, mejoraron sus resultados en lectura. Chile y Perú fueron los que lo hicieron de manera más significativa (40 y 43 puntos respectivamente) en el mundo. Adicionalmente, en el caso de Chile, Perú, México y Brasil, sus mejores resultados en lectura se deben fundamentalmente a la reducción del porcentaje de estudiantes en los niveles deficitarios de aprendizaje. Es decir, a la disminución de brechas internas.
FUENTE http://www.revistahumanum.org/blog/educacion-en-america-latina-mas-equidad-o-desigualdad/