La asociación entre la desaparición de las abejas y el uso de los agrotóxicos llevó al Instituto Brasileño de Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (Ibama) a restringir la aplicación de cuatro tipos de insecticidas.
La diseminación aérea de los compuestos químicos Imidacloprido, Tiametoxam, Clotiadina y Fipronil está temporalmente prohibida en los cultivos en épocas de floración. Además de eso, las fórmulas pasarán por un proceso de reevaluación de su uso, visto que algunos estudios científicos han apuntado esas sustancias como las responsables por la muerte de esos insectos en distintas regiones del país, señala un informe de la Radioagencia NP.
El agrónomo, Quimet Toldrá, señala la importancia de las abejas para la productividad de ciertas culturas agrícolas. “La abeja europea es responsable por aproximadamente 75% de la producción mundial de frutos. En el caso de las manzanas, por ejemplo, se prevé que un 90% de la producción es consecuencia de la polinización de las abejas”.
Toldrá todavía menciona los problemas del actual modelo de producción agrícola adoptado por el país, basado en el monocultivo, que utiliza los productos químicos en gran escala a fin de aumentar la productividad.
“Actualmente se dice que Brasil es el mayor consumidor de agrotóxicos del planeta. La cantidad de agrotóxicos utilizada generará efectos en la biodiversidad. A veces, ni siquiera son efectos directos, sino indirectos. Es decir, la cadena de reproducción de las plantas se parte, hecho que afecta diferentes especies vegetales”, señaló el técnico.
Después de la reevaluación, el Ibama decidirá si mantendrá la suspensión del uso de los agrotóxicos que contengan los compuestos químicos analizados o si, inclusive, adoptará otras medidas de restricción o control de las sustancias.
