En ella se lee que prohíbe la circulación del libro ‘Una tragedia
Ocultada’, escrita por el misionero Miguel Ángel Cabodevilla, Milagros
Aguirre y Massimo de Marchi.
La jueza de la Unidad de la Familia de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha prohibió la circulación y difusión de la obra, por cualquier medio, argumentado que hay una fotografía que aparece en la invitación. De hecho, esa fotografía no está en la carátula de la obra cuyo lanzamiento se realizó a las 18:00. Eso llevó a Cabodevilla a declarar que la jueza está prohibiendo algo que no existe. Fernando Carrión, moderador del acto, leyó la orden de la jueza, tras lo cual hubo un rechazo generalizado por parte de los asistentes.
En Twitter se cuestionó la prohibición de circulación del libro y fue vinculada a una retaliación política contra la investigación de los autores.
Esta publicación investiga la matanza de mujeres y niños Taromenane, ocurrida el pasado 29 de marzo, en el Parque Nacional Yasuní. Y también muestran la desidia oficial ante ese hecho, pues a pesar de muchos notificaciones hechas meses antes, sobre la posibilidad de esa matanza, no hubo una respuesta contundente por parte del Gobierno. Esa fue, según los autores, una matanza que pudo ser evitada.
FUENTE http://www.librered.net/?p=29516
La jueza de la Unidad de la Familia de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha prohibió la circulación y difusión de la obra, por cualquier medio, argumentado que hay una fotografía que aparece en la invitación. De hecho, esa fotografía no está en la carátula de la obra cuyo lanzamiento se realizó a las 18:00. Eso llevó a Cabodevilla a declarar que la jueza está prohibiendo algo que no existe. Fernando Carrión, moderador del acto, leyó la orden de la jueza, tras lo cual hubo un rechazo generalizado por parte de los asistentes.
En Twitter se cuestionó la prohibición de circulación del libro y fue vinculada a una retaliación política contra la investigación de los autores.
Esta publicación investiga la matanza de mujeres y niños Taromenane, ocurrida el pasado 29 de marzo, en el Parque Nacional Yasuní. Y también muestran la desidia oficial ante ese hecho, pues a pesar de muchos notificaciones hechas meses antes, sobre la posibilidad de esa matanza, no hubo una respuesta contundente por parte del Gobierno. Esa fue, según los autores, una matanza que pudo ser evitada.
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