Boaventura de Sousa Santos es portugués, pero ya es una referencia mundial con fuertes raíces en América Latina, donde ha acompañado los procesos de Bolivia o Ecuador, donde participa de forma más que activa al Foro Social Mundial o donde, en los últimos meses, está ayudando a Gustavo Petro a imaginar otras formas de democracia participativa para Bogotá (Colombia).
Quizá por ello sus palabras tienen otro sentido. De Sousa Santos es uno de los intelectuales que más insiste en la necesidad de descolonizar el conocimiento como paso previo a lograr un clima nuevo de justicia social. “Después de cinco siglos de enseñar al mundo lo que debía hacer, Europa no tiene nada que enseñar ahora y lo más grave es que el colonialismo anula su capacidad de aprender”.
Este "optimista trágico" no se resigana a "reducir la realidad a lo que existe porque seríamos rehenes de una pesadilla sin límites". Lo que devuelve el valor a la vida -en un contexto en que "el capitalismo ha impuesto una cultura de muerte"- es "la lucha con la gente, el pensamiento de retaguardia, no abandonarnos al miedo".
De una forma al tiempo pedagógica y retadora, el sociólogo portugués se plantó este sábado 3 de marzo en Madrid para participar en el II Seminario de Educación Crítica (para la Cooperación al desarrollo), que organiza la organización IEPALA (Instituto de Estudios Políticos para América Latina y El Caribe). Allí le dijo a un centenar de personas vinculadas a la cooperación internacional que ésta no sirve de nada mientras esté ligada al concepto de desarrollo. “La cooperación internacional tiene un pecado original: la palabra desarrollo. Después de ‘salvaje’, no ha habido un concepto que haya puesto a más gente fuera de la historia". Por ello, Boaventura de Sousa Santos propone cambiar el concepto “desarrollo” por el de “autodeterminación”. Sólo así, colaborando para la autodeterminación de los pueblos, se podrá entender una nueva cultura de cooperación colaborativa.
Para el pensador, la cooperación ha pecado del mismo colonialismo que afecta a toda Europa, pero resulta que “la comprensión del mundo es mucho más amplia que la comprensión occidental del mundo”.
El 'epistemicidio'
El análisis del entorno que ha realizado De Sousa Santos parte de un estado de crisis que, en el fondo, hará a este mundo “más transparente”. “La crisis tiene un papel aclarador, desestabilizador de las rutinas, desnaturalizador de las evidencias, desacreditador de las recetas”. Esto que parece nuevo en Europa no es más que “un deja vu para las y los pensadores del Sur Global. “Hace décadas que desde el sur se está alertando que las llamadas ‘políticas del desarrollo’ sólo generan subdesarrollo”. Sin embargo, Eurooccidente ha invisibilizado los conocimientos que no eran los suyos. Europa decidió que su conocimiento es “universal” y que el resto no es más que exotismo o creencias no científicas. “Europa ha producido un epistemicidio, matando conocimiento y con el a personas y culturas enteras”. Para aprovechar la "ecología de saberes", De Sousa insiste en la necesidad de hacer traducción intercultural de los conocimientos para no seguir pensando que el 'lenguaje' universal del conocimiento es el de Europa.
Las amenazas compartidas
La diferencia, en este tiempo histórico, es que según el sociólogo ahora hay algunas situaciones compartidas de forma planetaria, aunque se trate de una cartografía diversa y repleta de matices. Las siete amenazas en las que convergemos son enunciadas así por Boaventura de Sousa Santos:
- Desorganización del Estado: es lo mismo que hizo Europa con sus colonias, desorganizar sus formas de organización política para sustituirlas por el Estado colonial. Pero ahora afecta a todo el planeta, con una privatización del estado y con una eliminación intencional de todas las relaciones no mercantiles. Además, los Estados ya no financian el espacio “no mercantil” con impuestos, sino con créditos bancarios en lo que, De Sousa, considera una pérdida de soberanía brutal. El capitalismo extractivista y la acaparación de tierras por parte de empresas privadas contribuye de forma definitiva a esa desorganización y, en este proceso, se han utilizado “tres dispositivos para bajar los criterios éticos de la política y así cometer las peores atrocidades contra los seres humanos y violar los derechos humanos en un estado de excepción no declarado: la guerra contra el comunismo, contra el terrorismo y contra el narcotráfico”.
- Vaciado de la democracia. Democracia vaciada de criterios democráticos y manejada por intereses privados. “En Europa la democracia está en suspenso sin que ningún tribunal constitucional lo haya decretado”.
- Destrucción de la naturaleza
- Devaluación del trabajo
- Mercantilización del conocimiento
- Criminalización de la protesta social
- Recolonización de la diferencia
Ante estos retos, Boaventura de Sousa Santos cree que la lucha debe ser doble: contra el capitalismo y contra el colonialismo. Por eso, su propuesta es una triada que combina la descolonización, la desmercantilización y la democratización (generando nuevos espacios democráticos horizontales donde converjan las dos anteriores).
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