Red Agraria
Las organizaciones de
la Red Agraria, después de la reunión del día miércoles pasado, hemos evaluado
las condiciones sobre las que se desarrolló el diálogo, los límites y las
diferentes lecturas que existen, y con estas consideraciones hemos redactado la
siguiente carta para reiterar nuestra visión de la REVOLUCION AGRARIA.
Conscientes de que
nuestras visiones no son compartidas por todos ustedes pues no hay voluntad de
variación de las condiciones del agro, que no sea de una forma que solo
maquilla lo existente pero que realmente no lo transforma. Pensar que los
procesos redistributivos en el país, tanto de agua como de tierra, son viables
sin realizar las auditorias prescritas por la Constitución sobre el agua
y un proceso masivo de redistribución de al menos 2 millones de hectáreas de
tierras agrícolas, es pensar en engaños y autoengaños.
Para nosotros, la
Revolución Agraria no es un simple slogan. Para nosotros, la Revolución Agraria
es una necesidad, porque en el Ecuador existe medio millón de productores
familiares que no tenemos suficiente acceso a tierra, agua, y menos a
financiamiento productivo.
En esta situación,
¡no es posible que la mayoría de productores tengamos una buena productividad!
Sin embargo, seguimos siendo los mayores proveedores de alimentos para el
Ecuador.
Por esta razón la
Revolución Agraria plantea un fortalecimiento de la Agricultura Familiar
Campesina en el Ecuador, para que sea el verdadero actor de la Soberanía
Alimentaria.
Los agricultores
familiares estamos en una situación precaria no porque seamos ignorantes o poco
productivos, sino porque hay otros que sí tienen la tierra, el agua y el
capital para producir, y no siempre producen. Estos no quieren que hayan
cambios profundos, porque perciben que podrían perder sus privilegios: por eso
hablamos de una Revolución, como un cambio estructural, con alianza con la
mayoría, que somos los productores familiares campesinos.
Consideramos que la
Revolución Agraria son siete procesos de cambio radical: la Revolución de la Tierra,
la Revolución del Agua, la Revolución de los Mercados, la Revolución del
Financiamiento, la Revolución del Modelo Productivo, la Revolución
Institucional y la Revolución Organizativa.
Reconocemos los
avances del Gobierno de la Revolución Ciudadana en variados temas, pero no en
el agrario. El Presidente mismo habla de una Deuda Agraria, pero no entendemos
cómo es entendida por sus funcionarios, que lejos de contribuir a pagarla, la
profundizan.
Consideramos que por
reclamar por la Deuda Agraria no somos contrarrevolucionarios ni conspiradores.
Pero creemos que se
está acabando la credibilidad de la Revolución Ciudadana en el campo y
constatamos que hemos hecho propuestas pero no hemos sido atendidos y nuestras
propuestas no han sido valoradas. Con el agravante que se nos han impuesto
interlocutores del Gobierno sin poder de decisión, que además han ido cambiando
y que nos ha sido imposible conversar con quien realmente toma las decisiones.
Por eso EXIGIMOS un
acuerdo para cobrar la Deuda Agraria en base a las propuestas que hemos estado
difundiendo a los compañeros y compañeras Ministros y Subsecretarios.
Proponemos un acuerdo con doce acciones concretas a corto plazo (un año),
emergentes, y otras a mediano plazo (cinco años).
A corto plazo
La Revolución de
la Tierra
1. La Asamblea
tramitará la Ley de Tierras y Territorios en base al anteproyecto de ley
preparado por la Conferencia Plurinacional e Intercultural de Soberanía
Alimentaria y respaldado por la primera iniciativa ciudadana a nivel agrario.
La Ley de Tierras
es indispensable para empezar a hacer cambios en el agro, porque con las leyes
vigentes no es posible hacer cambios profundos. Este proyecto de Ley es
comentado por propios y extraños, sin conocer directamente sus contenidos ni
sus propuestas. Sería importante que las instituciones del Estado lo conozcan
directamente, para esclarecer las ideas y salir de los prejuicios construidos
en base a informaciones incompletas
2. Se realizará
un inventario de todos los predios controlados por el Estado (Banco Central,
Fideicomiso No Más Impunidad, Banco de Fomento, CFN, Fuerzas Armadas, INIAP,
etc.), y se buscarán los mecanismos expeditos para su incorporación al Plan
Tierras y su redistribución a las organizaciones de productores
El Plan Tierras sólo
está entregando una fracción minúscula de las tierras realmente controladas por
el Estado.
3. Se procederá
a realizar en un plazo de un año el catastro de las grandes propiedades
individuales de más de 500 has, para efectos de tributación y eventual afectación.
El catastro de todas
las tierras rurales a nivel nacional es importante, pero por su naturaleza
misma es un proceso muy lento, y es urgente empezar por el catastro de las
grandes propiedades, con la participación de organizaciones campesinas y bajo
modalidades participativas de trabajo.
4.
Se creará un fondo para compra de tierras fuera del BNF, el cual contará
con por lo menos 50 millones de dólares de aporte inicial, que deberá ser
engrosado progresivamente, para en un limite de 10 años haber dispuesto de la
suma de dos mil millones de dólares.
Este fondo tendrá una
estrategia de intervención no sólo en el financiamiento de la compra, sino
también en la negociación de los precios, enfocándose en los precios de los
avalúos prediales. Contará con una participación activa de las organizaciones
agrarias en sus orientaciones estratégicas.
Nosotros no
pretendemos un proceso de redistribución inmediato y violento, sabemos que esto
solo es viable en al menos 10 años, pero sabemos también que de hacerse dentro
de la lógica actual del Plan Tierras ni en 100 años se habrá logrado el
objetivo.
¿Cuál es la lógica
que criticamos? Es la lógica de la compra limitada, con mecanismos de mercado y
bajo el yugo de los condicionamientos financieros. Mientras el proceso de
redistribución de la tierra no salga del ámbito bancario y financiero y se
vuelva un real proceso de inversión pública cualquier deseo de redistribución
será solo un sueño.
Así como ahora el
gobierno nacional invierte en salud y en educación públicas, con mucha más
razón se debe invertir en un proceso de redistribución que no ate a los
pequeños y medianos campesinos a la perversidad del interés financiero que solo
busca el peculio del capital y no la reversión de condiciones de acumulación de
la tierra. Es inaceptable que la CFN preste 120 millones al 5% a un consorcio
extranjero para que compre ECUDOS (ex AZTRA) y que se entregue crédito al 10% o
muy superiores para comprar tierras a los campesinos.
No hay economía
capitalista moderna, peor aun socialista, que no haya partido de procesos de
reordenamiento de la tenencia de la tierra, el Japón, Corea del Sur, Taiwán han
debido crear justicia en el campo primero, y así evitar los cordones de miseria
en las ciudades, para luego poder avanzar a procesos de industrialización y de
acumulación tecnológica.
Por esto, es
importante que este Fondo tenga autonomía en relación con el Banco Nacional de
Fomento, institución del antiguo régimen, diseñada para otros fines, bancarios,
de acumulación y no de inversión.
Para su conocimiento
e información, todo esto está detallado minuciosamente en la Propuesta de Ley
de Tierras y Territorios construida a través de la COPISA, bajo la modulación
de un amplio proceso participativo. Pensamos, sin temor a equivocarnos, que
coincidir con estos planteamientos o no, establece la diferencia entre buscar o
no, en la realidad, una Revolución Agraria en el Ecuador.
5. Se
establecerá un inventario de los territorios indígenas, montubios,
afroecuatorianos, campesinos, por titular, es decir, se documentará las
asignaciones internas dentro de esos territorios, que están hechas bajo una
lógica de beneficio familiar, creando de esta manera un ordenamiento interno,
que no obligue a la individuación y, por lo tanto, la ruptura de la lógica
comunitaria; y se tramitarán sus títulos de propiedad en un plazo
no mayor a dos años.
La Revolución del
Agua
6. La Asamblea
tramitará la Ley de Aguas, enfocándose en la desprivatización del agua, y en el
respeto de las organizaciones comunitarias de gestión del agua de riego
7. La SENAGUA
tendrá un plazo de un año para terminar el inventario de las concesiones de
riego y empezar un proceso de reflexión para la redistribución equitativa de
los caudales
Esto es una
obligación de la disposición transitoria vigésimo séptima de la Constitución,
que daba un plazo de dos años para cumplirla. Es decir, estamos con más de un
año de incumplimiento constitucional.
La Revolución de
los Mercados
8. Se
destinará un porcentaje fijo de 20% de las compras públicas de alimentos
para ser cubiertos por pequeños productores asociados. Estos asegurarán la
calidad del producto según los estándares fijados, y el Estado asegurará un
pago oportuno a precios justos.
En Brasil, este
porcentaje es del 30%. Pero se necesitaría asegurar que las normas de calidad
son alcanzables, y sobre todo que el Estado no pague con atraso
9. Se
creará un Sistema Nacional de Ferias Campesinas administradas por
organizaciones de verdaderos productores, según normas de garantía auto
administradas sobre la calidad de los productos comercializados.
No son las Ferias
Solidarias u otros sistemas donde las autoridades estatales imponen
participantes, sin importar si son intermediarios
La Revolución del
Modelo Productivo
10. Se fortalecerá la Escuela de
Agroecología ya creada por ciertas organizaciones históricas con becas para la
participación de más estudiantes y se retomará el proyecto agroecológico ya
propuesto al MAGAP por las organizaciones campesinas en el 2010
No se trata de
fortalecer las ERAs, que son esfuerzos no sostenibles, porque no reconocen a
las organizaciones existentes y porque mantienen una metodología de trabajo
basada en un solo cultivo, ignorando la complejidad del sistema de trabajo
campesino
11. Se distribuirá un Kit Agroecológico
subsidiado, mediante convenios con las organizaciones de productores, para que
los productores puedan disponer de insumos para la producción agroecológica,
como la Roca Fosfórica, el SulfoMag, la Cal Dolomita o la Ceolita.
La idea no es
suprimir la distribución de la úrea, sino evitar que sea exclusiva, proponiendo
la dotación de abonos completos, combinando progresivamente con los abonos
naturales.
Para el cambio de
modelo productivo, el principio es tener una mayor autonomía en el
abastecimiento de insumos, a nivel de finca y nacional, asegurando la
tecnología para lograr un mayor equilibrio en los insumos, masificando su
utilización, hasta llegar paulatinamente a la agroecología. El principio mismo
de la agroecología es la autonomía, no el de producir insumos en cantidades
industriales para darle el “sello verde” a una industria exportadora amenazada
por la crisis de los países desarrollados
La Revolución
Institucional
12. Se implementará
un proyecto de verdadero fortalecimiento de las organizaciones agrarias
históricas, manejado por ellas, y adscrito a la Presidencia
Somos ciudadanos, no
necesitamos que nos formen en escuelas de formación ciudadana. Las
organizaciones existimos desde hace muchos años y seguiremos existiendo, pero
necesitamos fortalecernos para seguir apoyando este proceso. Una organización
se fortalece cuando puede brindarle servicios a sus afiliados, y queremos
fortalecer esa capacidad en ámbitos productivos, de comercialización y de
propuestas técnico-políticas.
A Mediano Plazo
En función de los
resultados de este período emergente, podremos empezar a discutir las
propuestas de mediano plazo:
• Ministerio de Soberanía
Alimentaria
• Impuestos sobre tierras con
tasas progresivas de acuerdo a los tamaños y calidades
• Trámite de la Ley de Comunas
• Refacción y tecnificación de
sistemas de riego comunitario
• Constitución y fortalecimiento
de empresas asociativas de comercialización
• Investigación enfocada al modelo
agroecológico